Como inversionista con años de experiencia, puedo decirlo con claridad: si quieres medir la
salud y dirección del mercado bursátil estadounidense, no mires solo al Dow Jones o al
Nasdaq. Mira el S&P 500.
Este índice, que agrupa a las 500 compañías más grandes y representativas de Estados
Unidos, es mucho más que una simple referencia. Es un reflejo del corazón económico del
país, abarcando sectores tan diversos como tecnología, salud, finanzas, energía y consumo
masivo. Empresas como Apple, Microsoft, Amazon, JPMorgan y Johnson & Johnson lo
integran, lo que le da un alcance verdaderamente amplio.
¿Por qué los inversionistas lo aman?
Porque ofrece diversificación inmediata. Invertir en el S&P 500, ya sea a través de un ETF como el SPY o el VOO, es como tener una cartera bien balanceada sin necesidad de seleccionar una acción por una. Es la estrategia favorita de grandes como Warren Buffett, quien ha dicho que la mayoría de las personas harían bien simplemente invirtiendo en este índice y manteniéndose a largo plazo.Rendimiento comprobado
históricamente, el S&P 500 ha rendido un promedio de entre 8% y 10% anual, incluyendo
crisis, recesiones y pandemias. Es un testimonio de la resiliencia y el crecimiento del
mercado estadounidense. A largo plazo, ha sido una de las mejores formas de proteger e
incrementar el capital.